Salud dental en As Pontes de García Rodríguez

La importancia de llevar una buena salud dental

Desde nuestra clínica recalcamos la importancia de las revisiones anuales con nuestro dentista de confianza, ya que cada vez es más frecuente ver estudios científicos que reflejan la estrecha relación que existe entre patologías sistémicas con la cavidad oral. Incluso en determinadas patologías puede ser el dentista el único profesional sanitario que detecte enfermedades sistémicas que tienen manifestaciones en nuestra cavidad oral y regiones anatómicas anexas.

Son muy importantes las revisiones de nuestra mucosa, lengua y labios para detectar lesiones precancerosas, que pueden salvarnos la vida. Recomendamos acudir a un dentista al menos una vez al año, para poder gozar de una mejor salud y prevenir múltiples patologías.

La relación entre la salud bucodental y la salud general

La salud bucodental y la salud general están estrechamente relacionadas, debido a que las bacterias de la boca pueden entrar al torrente sanguíneo y afectar otros sistemas del cuerpo. Las personas con diabetes son más propensas a sufrir infecciones periodontales, lo que puede desestabilizar el control de la glucosa en sangre, creando un círculo vicioso.

Las enfermedades renales pueden detectarse a través de revisiones odontológicas, ya que el mal funcionamiento renal puede causar mal aliento, sabor metálico y sequedad bucal. Además, la salud bucal es clave en la prevención de enfermedades respiratorias como neumonía, bronquitis y EPOC. La mala salud bucodental aumenta el riesgo de estas enfermedades, y el biofilm dental, una película de proteínas y microorganismos en la boca, puede trasladarse a los pulmones y causar problemas respiratorios, especialmente en niños y ancianos con sistemas inmunológicos débiles.

Por otro lado, durante el embarazo, la salud oral es crucial. Las embarazadas deben seguir medidas básicas para mantener una salud bucal óptima y evitar complicaciones. El control de enfermedades orales en embarazadas reduce la transmisión de bacterias al recién nacido. Un previo tratamiento restaurador de lesiones, unido a la terapia antiséptica y el tratamiento con fluoruro, consigue controlar la caries y disminuir la transmisión bacteriana al bebé.

La relación entre la salud bucodental y la salud general

Enfermedades relacionadas con nuestra boca

Salud cardiovascular

El cuidado de la salud bucodental tiene un impacto positivo en la salud cardiovascular. Mantener una buena higiene bucodental reduce la placa bacteriana y la inflamación en las encías, lo que disminuye la inflamación sistémica. Es crucial motivar a los pacientes a mantener una buena salud oral para prevenir futuros problemas cardiovasculares. Además, controlar factores de riesgo como dejar de fumar y mantener un buen control de la glucemia mediante una dieta adecuada mejora tanto la salud bucodental como la cardiovascular.

Enfermedad de Crohn

Esta enfermedad inflamatoria crónica puede manifestarse en cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, aunque es menos común en la zona superior. En la boca, se presenta con un patrón adoquinado, pliegues hiperplásicos lineales con úlceras, labios inflamados e indurados, lesiones granulares eritematosas en las encías y aftas preferentemente en el paladar. Estas lesiones pueden aparecer meses o incluso años antes del diagnóstico de la enfermedad.

Síndrome de Behçet

Es una enfermedad inflamatoria crónica de origen desconocido, aunque se da cierta predisposición genética. La aparición recurrente de úlceras orales, anogenitales y oculares suele ser clave en su diagnóstico. Aproximadamente en la mitad de los casos se han encontrado anticuerpos específicos contra la mucosa oral.

Sarcoidosis

Enfermedad crónica que afecta a la piel y mucosas con aparición de úlceras en raras ocasiones y granulomas fibrosos benignos compuestos por linfocitos sin material infeccioso ni restos de necrosis celular. Las manifestaciones bucales pueden aparecer en labios, lengua, mucosa, paladar, encías y suelo bucal y normalmente no son dolorosas.

Lupus eritematoso sistémico

Se trata de una enfermedad autoinmunitaria multisistémica que afecta a la mucosa oral en la mayoría de casos. En ella se han detectado anticuerpos circulantes contra proteínas nucleares que producen lesiones blanquecinas redondas, normalmente indoloras. Junto con las lesiones dérmicas son los síntomas que primero aparecen en la enfermedad. En formas leves de lupus pueden aparecer eritemas crónicos con sensación de quemazón en lugar de lesiones.

Esclerodermia

La esclerodermia es una enfermedad autoinmunitaria que afecta con mayor frecuencia a mujeres de mediana edad. Se produce un engrosamiento de la piel con sequedad de la misma y posible afectación de otros órganos. Los daños en la mucosa oral aparecen con mayor frecuencia en la forma difusa y síndrome de Crest, el resultado es la disminución de la producción de saliva, induración de la mucosa, dificultad para abrir la boca, periodontitis, alteración de la lengua y las encías.

Síndrome de Sjögren

Es una enfermedad inmunitaria inflamatoria que provoca la invasión de las glándulas salivares y lagrimales por linfocitos, causando xerostomía y queratoconjuntivitis seca. En la boca, esto puede causar problemas para masticar y deglutir, úlceras, aumento de caries... Otras enfermedades sistémicas con síntomas bucales menos frecuentes incluyen vasculitis, espondiloartropatías, pioestomatitis y dermatomiositis. Todas estas enfermedades comparten una base inflamatoria común.

Infecciones víricas

Virus del herpes humano (VHH)

Las infecciones herpéticas forman parte del grupo de enfermedades infecciosas más frecuentes de la mucosa oral. Las enfermedades de la mucosa oral pueden ser causadas por distintos serotipos del virus del herpes humano (VHH) (tabla 1). Los VHH son virus ADN bicatenarios. Se replican en la célula huésped y provocan en ella efectos citopáticos directos, así como daños celulares por la inflamación inducida.

Virus del papiloma humano (VPH)

Los VPH constituyen un grupo de virus ADN bicatenarios sin cubierta. Actualmente, hay descritos más de 100 tipos distintos. Los VPH infectan las células epiteliales de la piel y de las mucosas y pueden desencadenar un crecimiento de tipo tumoral descontrolado en las células infectadas. Algunos tipos de VPH de alto riesgo están relacionados claramente con carcinomas, especialmente con los carcinomas de cuello uterino (VPH 16 y 18 y también VPH 31 y 33). En las biopsias realizadas en la zona oronasofaríngea se detectan virus de alto riesgo en hasta el 20% de los casos.

Se estima que aproximadamente el 10% de todos los tumores malignos registrados en todo el mundo podría estar relacionado con infecciones por el VPH. En la mucosa oral, el VPH da lugar a cuadros como el papiloma escamoso, verrugas vulgares, condilomas acuminados y la hiperplasia epitelial focal (enfermedad de Heck). Las verrugas vulgares son causadas por el VPH 1, 2 y 4 y se localizan en la mucosa oral, mucosa gingival y mucosa labial, en el paladar y en los labios. Las verrugas víricas tienen un crecimiento exofítico y muestran una superficie papilomatosa de color blanquecino.

VHH 4 (virus de Epstein-Barr, VEB)

El VEB puede provocar varias enfermedades orales, entre las que se encuentran la mononucleosis infecciosa, la leucoplasia pilosa oral, el linfoma de Burkitt y el carcinoma nasofaríngeo.

La mononucleosis infecciosa afecta sobre todo a jóvenes de edades comprendidas entre 17 y 25 años. Después de un período de incubación que varía entre 30 y 50 días, la enfermedad se manifiesta por la tríada de faringitis, fiebre y adenopatías cervicales.

VHH 3 (virus varicela zóster, VVZ)

El VVZ puede dar lugar a dos cuadros clínicos diferentes. La primoinfección da lugar a la varicela. Esta enfermedad se transmite por contacto directo con las vesículas o por transmisión aérea de micro gotitas. En más del 90% de los casos los afectados son niños menores de 10 años. Después de un período de incubación de aproximadamente 14 días aparece un exantema generalizado con máculas, pápulas, vesículas, pústulas y, por último, lesiones costrosas, localizadas inicialmente en la cara y que después se propagan rápidamente al tronco respetando habitualmente las partes distales de las extremidades.

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